ESPACIO DE REFLEXIÓN
¡FELIZ TIEMPO DE
CUARESMA!
Estamos en el
mes de marzo. El pasado día 5 celebramos el miércoles de Ceniza y con él,
el inicio del tiempo de Cuaresma. La palabra Cuaresma viene de cuarenta, e
indica los días que van del Miércoles de Ceniza hasta la Pascua. Es un tiempo
pues de preparación de igual manera que en adviento nos preparamos para la
Navidad. La Cuaresma es un tiempo de reflexión, tiempo de análisis, tiempo de
valorar honestamente nuestras actitudes, nuestras decisiones, nuestro
compromiso. Es tiempo de dialogar con nosotros mismos y con Dios Padre en
oración de forma sincera, honesta, sin engañarnos con excusas, o justificando
nuestras acciones. Es tiempo de reconocer quiénes somos sin miedos, de
enfrentarnos al espejo aunque a veces no nos guste lo que podamos ver.
Sabemos que Dios
no castiga, sino que es compasivo con nosotros, no tengamos miedo de reconocer
qué tipo de persona somos, recordando que estamos todos en la misma barca. Aquí
no hay “buenos” y “malos”, puros e impuros, ciudadanos de primera y de segunda. Todos
compartimos la misma condición humana, y por ella todos somos capaces y todos obramos
actos de generosidad que hacen el mundo un poco mejor. Y también todos tenemos
nuestras miserias, nuestros egoísmos. Cada uno de nosotros tenemos que
descubrir estas dos dimensiones en nosotros. Si solo veo las cosas negativas
pero nada positivo, tendré que mirar más profundamente en mi corazón. Y si solo
veo lo positivo pero me cuesta ver mis propias miserias, también me estoy
engañando y no me estoy examinando honestamente. A veces necesitamos de otras
personas que con amor, comprensión y respeto nos digan aquello que deberíamos
mejorar en nuestras vidas, especialmente aquellas personas que viven con
nosotros y nos conocen.
Desde estas
líneas pues, os invitamos a que vivamos la Cuaresma como ese tiempo de
reflexión, no para hundirnos, no para deprimirnos o desesperarnos ante nuestras
propias miserias o la de los demás, sino para que cuando llegue la Pascua,
cuando celebremos que La Vida ha vencido a la muerte a través de la
Resurrección de Jesús, podamos hacerlo de forma saludable, aceptando nuestras
virtudes para así poder potenciarlas, pero también nuestras debilidades para
poder cambiarlas.
El tiempo de
Cuaresma es un tiempo de reflexión para conocernos cada uno de nosotros en
nuestro interior, para mirarnos al espejo. No tiene que ser un tiempo triste o
amargo. Que sea un tiempo de alegría y de aceptación, porque celebramos que
cuanto más nos conocemos y nos aceptamos a nosotros mismos, más fácil nos será
poder cambiar.
¡Feliz Cuaresma!
Esteve Redolad
No hay comentarios:
Publicar un comentario