martes, 30 de julio de 2013

SERIE DE CHARLAS SOBRE EL CONCILIO VATICANO II EN RACINE (WI), EE.UU.

Las mujeres en la Iglesia después del Vaticano II


La tercera charla de la serie sobre el Concilio Vaticano II en la conmemoración de sus 50 años, auspiciada por la Comunidad de San Pablo y la Parroquia Católica Sacred Heart de Racine (WI) en EE.UU, tuvo lugar pasado 12 de julio. La ponente fue la Hna. Frances Cunningham, OSF, ex-directora de la Oficina de Misiones de la Archidiócesis de Milwaukee, y parte del equipo de gobierno de las School Sisters of St. Francis durante 12 años. En su presentación la Hna. Cunningham explicó los pasos que dio el Concilio para aumentar la participación de las mujeres en la Iglesia. Analizó cómo algunas promesas del Concilio cambiaron la Iglesia y también como otras no se cumplieron. Para finalizar, la Hna. animó a los más de 70 participantes a que las promesas a las mujeres se puedan incorporar y cumplir a nivel de parroquias y de iglesia diocesana. 



jueves, 25 de julio de 2013

VISITA DE JÓVENES A CENTRO AGRÍCOLA EN COCHABAMBA

En el municipio de Vacas (Cochabamba, Bolivia) se sigue apoyando a la educación de los jóvenes en el Centro Multifuncional Totorampampa. A fines del mes pasado veinte jóvenes participantes del centro realizaron una excursión a la ciudad de Cochabamba; para muchos era su primera vez en la ciudad. Visitaron también el centro Agroforestal Combuyo donde se está realizando una investigación para crear un sistema agroforestal sostenible. A los jóvenes les gustó mucho, porque ven posible implementar este tipo de trabajos en sus pueblos y también porque muchos de ellos están participando en el trabajo forestal, por lo cual les ha fascinado ver espacios con una gran variedades de árboles. 



jueves, 18 de julio de 2013

ESPACIO DE REFLEXIÓN

Diálogo: peligro y oferta

Dialogar sinceramente con otra persona es una experiencia llena de posibilidades y de riesgos. Un diálogo que realmente lo sea (que no sea monólogo) tiene siempre el potencial de cambiar las perspectivas de los que dialogan. Dialogar nos transforma. En el momento en que alguien entabla una conversación con otro con la intención sincera de intercambiar ideas y pareceres, implícitamente ha declarado que está dispuesto a modificar sus propias convicciones. Por eso, todos los que sospechan y desconfían del diálogo, y lo rehúyen, es porque quizá sin reconocerlo esconden en su interior dudas e inseguridades acerca sus creencias y opciones. Éstos, a lo sumo dicen que dialogan, pero en realidad dan lecciones, pontifican. Hay personas, en efecto, que preparan las conversaciones como si se tratara de un combate, con tácticas y estrategias bien pensadas, porque para ellos el encuentro consiste exactamente en esto: algo que debe ganarse. Se han convencido de antemano que ellos saben muy bien lo que sirve, lo que vale y lo que no, y que tienen el deber de mostrar a otros el camino correcto. Eso no es un diálogo. Sólo dialogan de verdad las personas que, muy conscientes de su fragilidad, aceptan la posibilidad de estar equivocados.


A partir de esta noción de diálogo podemos comprender el rechazo de muchos, en la Iglesia, a la propuesta esencialmente dialogante del Concilio. Quienes desconfiaron de esta actitud entonces, que son los mismos que después rechazaron y siguen rechazando hoy (más o menos abiertamente) los documentos conciliares o aspectos de los mismos, intuyeron entonces e intuyen ahora que la llamada a dialogar con la cultura moderna tiene el potencial de cambiar la Iglesia, y su rechazo se funda en el miedo a que esto ocurra. Naturalmente, lo que sí pasa entonces es que sin diálogo no se avanza: acabamos en una repetición cada vez más cansada y cansina de los mismos conceptos, que a oídos de aquellos con quienes no quisimos dialogar pronto se hacen incomprensibles. La Iglesia, como otras instituciones y como las personas, tiene ante sí dos opciones: o bien se encierra, encastillada en sus posiciones, rechazando el diálogo, y se paraliza, o bien se sienta a conversar con la cultura moderna y postmoderna, con no-creyentes, con los propios fieles que disienten, con todo el que se pueda, sin miedos: a sabiendas que en este diálogo posiblemente perderá seguridades pero ganará en profundidad. Que este diálogo la transformará. La clave del asunto está en asumir, precisamente, que esta transformación, en vez de una desgracia, es un beneficio. Pues personas e instituciones salimos ganando cuando nos dejamos enriquecer con las perspectivas y críticas de los demás.

                                                                        Martí Colom


lunes, 15 de julio de 2013

FIN DE CURSO EN EL CENTRO DE CAPACITACIÓN LABORAL NAZARET, PARROQUIA LA SAGRADA FAMILIA, SABANA YEGUA



El Centro de Capacitación Laboral Nazaret ofrece cursos de belleza y peluquería, informática y costura para personas de escasos recursos de Sabana Yegua, así como cursos de costura en cuatro comunidades rurales más: Ganadero, Proyecto 4, el Rosario y Los Toros. Desde la Parroquia se coordinan todos estos cursos que inician en agosto y terminan en junio. Un año más se ha finalizado el curso, y el pasado 21 de junio se celebró la graduación de todos sus participantes en un ambiente festivo y celebrativo. 


jueves, 11 de julio de 2013

25 NIÑOS HAITIANOS RECIBEN SU ACTA DE NACIMIENTO


Ninguno de nosotros nos preocupamos mucho por existir legalmente en nuestro país de origen. Nuestros padres, al nacer, nos inscribieron e inmediatamente ya tuvimos una identidad como ciudadanos: el estado sabe que existimos y de qué familia procedemos. Pues bien, este no es el caso de los hijos de los inmigrantes indocumentados haitianos nacidos en la República Dominicana. Las leyes dominicanas no conceden el derecho de ciudadanía a los hijos de inmigrantes haitianos sin documentos. Mientras que otros países mantienen que el derecho a la ciudadanía emana de haber nacido en “suelo” nacional, otros (entre ellos la República Dominicana) no. La lamentable consecuencia de esta situación es que, hoy por hoy, la gran mayoría de los niños haitianos nacidos en RD de padres indocumentados no tienen ningún estado que los reconozca: son literalmente apátridas. Sus padres no los van a declarar a los consulados haitianos que existen en la República Dominicana por miedo a ser deportados, y RD no permite que se inscriban en el país. De modo que legalmente son personas que no existen. Desde la parroquia La Sagrada Familia se está colaborando junto con el consulado haitiano más cercano a la zona, en Barahona, para declarar a niños menores de tres años. Desde hace un par de años se empezó un proceso largo de negociaciones con el consulado y se organizó a la comunidad haitiana en la parroquia para este fin. A fines de junio de 2013 pudimos conseguir las primeras 25 actas de nacimiento expedidas por la República de Haití. Eso significa que 25 niños que no existían para ningún estado ahora tienen un documento... es un primer paso. Ojalá que más adelante puedan obtener también, con una flexibilización de las leyes migratorias dominicanas, no sólo un reconocimiento del país donde nacieron sus padres sino también del país donde nacieron ellos, donde crecen y donde aportarán su trabajo. Queda un largo camino por recorrer.  


jueves, 4 de julio de 2013

ESPACIO DE REFLEXIÓN

La sutil persistencia de Dios

Podríamos llamar a Dios “el sutil persistente”. En su trato exquisito con nosotros, Dios nunca es tosco, grosero ni obvio. Es sutil. Su presencia es aquella brisa suave del profeta, que fácilmente nos podría pasar por alto, que hay que tener una sensibilidad especial para detectar. Dios, respetuoso de la autonomía que nos ha dado, no irrumpe con violencia en nuestras vidas. Y sin embargo, es tenazmente persistente. Sutil, sin duda, pero persistente en su presencia constante, en su acompañamiento, en su amor. Descubrir la sutil persistencia de Dios es una aventura llena de dicha.

                                                                                Martí Colom