“TRANSFORMERS”: MUJERES Y HOMBRES EN TRANSFORMACIÓN
Dolores Puértolas
No hay ni el dramatismo ni
ciertamente la espectacularidad de las mutaciones mecánicas de los Transformers en las famosas películas
que llevan este título, pero no hay duda de que nuestras vidas son una transformación
constante: desde que nacemos hasta que morimos se transforma cada célula de
nuestro cuerpo, crecemos, engordamos, adelgazamos, envejecemos... y también se
transforman nuestro pensamiento, nuestros sentimientos, nuestro actuar, nuestra
forma de ver la vida. Lo mismo ocurre con las culturas. Si bien nos esforzamos
por preservar todo lo valioso que hay en ellas, lo queramos o no, las culturas
se encuentran también en constante transformación. Como ejemplo, un par de
pequeñas iniciativas de la Parroquia de Sabana Yegua, en el suroeste de la
República Dominicana, donde trabajamos.
La más reciente es la campaña “Creando cultura de la limpieza”, iniciada por la Pastoral Juvenil y que pretende fomentar, a través de repartir cubos de basuras en puntos estratégicos de los pueblos y también de la limpieza de una playa local, la noción de que la basura se tiene que tirar al zafacón. Se trata de que la gente se vaya concienciando hasta que haya una transformación real de los hábitos, para que el cuidado y la limpieza de las calles de nuestros pueblos en la República Dominicana sea parte de la cultura de todos.
La otra iniciativa transformadora es la red de mini-bibliotecas de la que ya hemos hablado en este blog en más de una ocasión. También se trata de transformar la cultura promoviendo el hábito de lectura sobre todo en los más pequeños: aunque no cabe duda que una minoría de población más cultivada tiene esta afición, la mayor parte de los adultos y niños no dedican apenas tiempo a la lectura (de hecho muchos no tienen casi libros en sus casas). El objetivo es que leer sea una actividad cotidiana, parte de la cultura con la que crecerán los niños.
Si somos mujeres y hombres en constante transformación, aceptemos el desafío de toda transformación cultural que nos lleve a una vida más digna y más plena. ¡Vale la pena!
La otra iniciativa transformadora es la red de mini-bibliotecas de la que ya hemos hablado en este blog en más de una ocasión. También se trata de transformar la cultura promoviendo el hábito de lectura sobre todo en los más pequeños: aunque no cabe duda que una minoría de población más cultivada tiene esta afición, la mayor parte de los adultos y niños no dedican apenas tiempo a la lectura (de hecho muchos no tienen casi libros en sus casas). El objetivo es que leer sea una actividad cotidiana, parte de la cultura con la que crecerán los niños.
Si somos mujeres y hombres en constante transformación, aceptemos el desafío de toda transformación cultural que nos lleve a una vida más digna y más plena. ¡Vale la pena!
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