miércoles, 29 de agosto de 2012

NIÑOS EN SITUACIÓN DE CALLE EN BOLIVIA: LA HISTORIA DE PABLO 


Pablo es un niño inquieto, alegre, juguetón y menudito de 5 años. Llegó a Casa San José un día antes de la Navidad del 2011, por extravío, ya que había sido encontrado en la calle. Pablo contaba que pasaba temporadas con la mamá y su padrastro. Éste lo maltrataba físicamente, y acababa echándolo de la casa. Otras temporadas las pasaba con las tías paternas, quienes lo cuidaban y lo querían.






Después de la investigación social se pudo conocer que la mamá  y el padrastro de Pablo tienen una relación muy inestable,  se dedicaban al consumo de bebidas alcohólicas y frecuentemente llevaban a Pablo con las tías paternas de donde la madre se olvidaba recogerlo. Al ver toda la inestabilidad familiar, decidimos buscar a la familia paterna, tomando contacto con la tía Silvia, que vive en Argentina, y ella expresó su deseo de poder hacerse cargo de Pablo.

Mientras tanto, en Casa San José el niño demandaba cariño, abrazaba a las educadoras y buscaba que le dieran besos mostrando su necesidad de la presencia de la figura materna que le diera cariño, atención y protección. A Pablo le gustaba aprender y ayudar, además de jugar. Le gustaba ser reconocido por sus actos siempre que ponía mucho esfuerzo a lo que hacía, fuese pelar guisantes en la cocina o hacer sus dibujos en el taller de arte. Le gustaba ver y observar las cosas, preguntando en todo momento qué era y para qué servía cada cosa; intentaba ser responsable, buscando en todo momento la aprobación de los demás.

Pasó por un momento difícil cuando la mamá le dijo que no podía hacerse cargo de él y que se iría con una de sus tías. La mamá le recordó los malos tratos que el padrastro le daba a Pablo, y ese día quedó muy triste y desilusionado. Pero como a partir de ahí visitamos más a las tías con él, se hizo esperanzas de vivir con ellas.

La sorpresa más bonita para Pablo fue cuando llegó su tía Silvia de Argentina junto a la abuela de Pablo. Él las abrazaba y la tía le dijo a Pablo que lo recogería y se irían. A pesar de que la mamá en un inicio se oponía a que se lo llevaran, en pocos días indicó que estaba dispuesta a firmar el documento para que Pablo viajara con la tía.

Para esto Casa San José acompañó a la tía durante todo el proceso de trámite. Primero se logró sacar la cédula de identidad de Pablo, luego se acompañó a la tía durante todo el trámite de guarda temporal con la abogada, y el documento de Medida de Protección emitido por la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, que sirvió para sacar el permiso de viaje para Pablo.

El día que la tía vino a recoger a Pablo, él estaba muy feliz; lo demostraba con una sonrisa tierna y picarona. Ahora Pablo esta en Argentina con la tía paterna y vuelve a tener una familia que lo quiere.




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