martes, 30 de abril de 2013


ESPACIO DE REFLEXIÓN

La ganancia del fracaso

Las personas maduras son las que saben fracasar: en efecto, demuestra madurez aquel que asume sin hundirse un desengaño, un gran contratiempo, una decepción. A eso llamamos saber fracasar. Que alguien asuma el fracaso no significa que éste no le afecte, pues la tristeza que conlleva no haber podido llevar a término un sueño es natural. Asumir tampoco significa resignarse, sin reflexionar, sobre las causas y razones del fracaso. Asumir significa que uno no queda frenado o paralizado, y sobre todo que sabe preguntarse qué lecciones negativas, pero también positivas, puede sacar de su desengaño.

Desde una perspectiva cristiana, la reacción madura ante un fracaso es buscar la presencia de Dios en aquello que aparentemente nos fue mal. Estando siempre dispuestos a leer los signos de los tiempos en lo que no pudo ser, a cuestionar si lo que se frustró fue nuestro proyecto personal o el Evangelio, y a buscar cómo la sabiduría de Dios puede hacer surgir aspectos positivos y sanadores de nuestro naufragio, para nosotros mismos o para otros. Una persona madura, en definitiva, sabe enfrentar así el contratiempo: sabe fracasar.

De hecho, asumir los fracasos nos transforma en mejores personas. Las heridas son parte de la vida. Son inevitables. Y la madurez consiste en reconocer que nuestras heridas son una parte importante de nuestra identidad. Es bien sabido que a veces nuestras reacciones y posturas solamente se pueden explicar a partir de nuestras heridas. Existe la tendencia a negar esta obviedad, y a pretender que sólo nuestros éxitos y fortalezas explican quiénes somos. Y entonces escondemos o negamos los fracasos ―con lo cual entramos en un mundo de falsedades, donde sólo acaba importando la imagen “exitosa” de nosotros mismos que vamos construyendo. Los éxitos y aciertos son parte de nuestra identidad, claro que sí: pero también lo son las decepciones y desaciertos. Un mundo de gente que se reconociera en sus heridas sería un mundo más suave y más humano que un mundo donde únicamente contaran los éxitos. Que sólo mis logros me identifiquen significa que entraré en una dinámica competitiva contigo. Reconocer que también los fracasos nos definen es una postura mucho más realista, que nos invita a hermanarnos con los demás, que barre la competitividad fuera del escenario y que nos deja, humildes y auténticos, con nuestros aciertos y equivocaciones: más dispuestos a comprender, a perdonar, a buscar segundas oportunidades.

La persona que ha sabido fracasar, en definitiva, reconoce que en sus heridas, también en ellas, quizá especialmente en ellas, está su identidad más profunda: una identidad que no está hecha ni única ni principalmente de prepotencia y éxitos, sino de pequeños y grandes desaciertos. Asumirlo nos ayudará a ser mejores personas.

                                                                                        Martí Colom



sábado, 27 de abril de 2013


ORDENACIÓN DIACONAL DE JOSÉ MARIO NIETO

Este 20 de abril la Comunidad de San Pablo estuvo de fiesta a causa de la ordenación diaconal de uno de sus miembros, José Mario Nieto Restrepo. El obispo auxiliar de Milwaukee, Mons. Don Hying, presidió la celebración en la que José Mario fue ordenado diácono transitorio junto a tres compañeros más, todos para la Arquidiócesis de Milwaukee. José Mario está finalizando sus estudios y prosigue su camino hacia la ordenación sacerdotal que, Dios mediante, tendrá lugar en mayo del próximo año. ¡Felicidades, José Mario! 




jueves, 18 de abril de 2013


ESPACIO DE REFLEXIÓN

Desasidos

Vivir desasidos: he aquí un horizonte que vale la pena perseguir. Vivamos, por lo menos, desasiéndonos, cada día un poco más: de miedos que nos distorsionan la realidad y nos incitan a vivir a la defensiva. De ideas falsas que son sólo el producto de nuestro egoísmo. De expectativas grandiosas que nos alejan de la profunda sencillez de las cosas verdaderamente importantes. De toda esclavitud. Para ir llegando a la madurez, desasidos. Por lo menos, desasiéndonos.
                                                                                           Martí Colom

lunes, 15 de abril de 2013


INSTITUCIÓN DE LECTOR DE UN MIEMBRO DE LA COMUNIDAD DE SAN PABLO
El pasado sábado 16 de marzo Michael Wolfe, miembro de la Comunidad de San Pablo y seminarista para la Arquidiócesis de Milwaukee, recibió el ministerio del lectorado. Se trata del primer paso formal hacia la ordenación presbiteral. Presidió la celebración el obispo auxiliar de Milwaukee, Mons. Donald Hying. Michael (segundo por la izquierda en la foto) fue instituido lector junto a tres seminaristas más de la Arquidiócesis de Milwaukee.


jueves, 11 de abril de 2013


NUEVO PROYECTO PARA MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA EN COMUNIDADES DE SABANA YEGUA, REPÚBLICA DOMINICANA

La Comunidad de San Pablo y la Parroquia La Sagrada Familia, junto con FUNDASEP (fundación de la Diócesis de San Juan de la Maguana), Manos Unidas y la Asociación Nuevos Caminos, están iniciando un nuevo proyecto. Se trata de mejorar la calidad de vida en cinco comunidades rurales de Sabana Yegua a través de un proyecto integral que incluye cuatro áreas de atención: educación, con la instalación de cinco mini-bibliotecas y cinco salas de lecto-escritura y alfabetización de adultos; salud y saneamiento, con la instalación y refuerzo de cinco botiquines y cinco salas de rehidratación oral, la construcción de 105 letrinas y dos acueductos para proveer agua a dos comunidades; fondo de microcréditos para mujeres emprendedoras; y fondo rotativo de mejora de vivienda. Durante la segunda mitad de 2012 las cinco comunidades realizaron el diagnóstico de este proyecto y están muy motivadas para participar y hacer que sea un éxito. El proyecto, que se ha iniciado en enero de 2013, durará dos años y medio. Esperamos que pueda lograr todos sus objetivos.  


jueves, 4 de abril de 2013


TALLER DE TEATRO PARA JÓVENES EN SABANA YEGUA, REPÚBLICA DOMINICANA


En el mes de marzo Josep Mercadal, actor profesional procedente de Menorca (España), ofreció un taller de teatro de tres días para jóvenes de Sabana Yegua. Aparte de realizar distintos ejercicios introductorios de expresión corporal y de voz, colaboró con los jóvenes de la parroquia La Sagrada Familia en la preparación del Vía Crucis de Viernes Santo que se realiza cada año por las calles de Sabana Yegua. Todos los participantes del Vía Crucis agradecieron la hermosa escenificación de los jóvenes, así como los textos de reflexión y la generosa colaboración de Josep Mercadal.