jueves, 25 de septiembre de 2014

¡CELEBRANDO EL AÑO NUEVO ETÍOPE!

María José Morales lleva prácticamente dos años en Etiopía, y desde allí nos comparte hoy una de las muchas peculiaridades culturales de este interesante país. La Comunidad de San Pablo está trabajando en el Vicariato Apostólico de Meki desde 2012.

«El pasado 11 de septiembre celebramos en Etiopía una fiesta muy especial: la llegada del nuevo año. ¡Aquí acabamos de empezar el 2007! En efecto, en Etiopía seguimos utilizando el calendario juliano, implantado en el año 46 a.C. por Julio César (a quien debe su nombre). Tiene 12 meses de 30 días, y un mes de 5 días -o 6 cada cuatro años. Según el  calendario juliano el año tiene 365’25 días.



En 1582 el Papa Gregorio XII hizo una nueva reforma en el calendario y en Occidente se adoptó de manera casi universal el llamado calendario gregoriano (según el cual, como bien sabemos, el año tiene 12 meses, algunos con 30 días, otros con 31 y uno con 28 ó 29 –en los años bisiestos). Sin embargo, en Etiopía se siguió utilizando el juliano. En otros lugares, como por ejemplo Rusia o Jerusalén, la situación es todavía más compleja porque el calendario oficial del país es el gregoriano pero las Iglesias ortodoxas de allí siguen utilizando el calendario juliano en sus celebraciones litúrgicas.

Así pues, en Etiopía tenemos desde el año 46 a.C. 0’25 días más al año que en el resto de los países, y eso hace que nuestros años avancen más lentamente. Con razón y una pizca de humor expresa la propaganda turística que quien viaja a Etiopía puede disfrutar de trece meses de sol, y ¡rejuvenecer siete años!

Desde Meki, Etiopia, ahora que ya sabéis cómo funciona nuestro calendario, os queremos desear a todos ¡un muy feliz y próspero año 2007!”

María José Morales

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