martes, 8 de marzo de 2016

DEYSI ROSA QUIERE SER ENFERMERA

En el Día Internacional de la Mujer queremos compartir la historia de esta mujer de la zona rural de Cochabamba.

Llevar años en un lugar, compartiendo con sus gentes y acompañando sus procesos personales, nos ofrece sus regalos. Deysi Rosa es un regalo así: la conocimos cuando tenía apenas tres años y justo habíamos llegado a la comunidad de Totora Pampa (Cochabamba, Bolivia). Deysi, la segunda de cinco hermanas, siempre fue tímida, responsable, trabajadora y dotada de una gran fuerza interior. Sin embargo, el ambiente familiar en el que vivía no le auguraba éxitos. Su hermana mayor tenía 20 años y ya estaba criando dos hijos; su hermana menor no quería estudiar porque sus planes eran buscarse un marido “ahora que estoy joven”.


Pero ella tenía ese “algo” impreciso que palpita en algunas personas y que enseguida te hace pensar que pueden mejorar sus vidas, que no se resignan a aceptar un destino sombrío. Durante años vimos el empeño y las ganas que Deisy Rosa puso en sus estudios a pesar de que la mayoría de sus compañeras iban abandonando las aulas y formando familias. Cuando le preguntábamos qué quería de su vida, adoptaba una postura firme, a pesar de su timidez, y nos contaba que le gustaría lograr algo más que trabajar la tierra y tener hijos; con ojos soñadores nos decía que quería estudiar y conocer otros lugares. Su planteamiento, en apariencia sencillo, era todo un reto, porque para hacerlo realidad ella debería romper con esquemas culturales y superar muchas barreras económicas. La distancia de la zona de Totora Pampa, en las montañas, a la ciudad de Cochabamba, no era sólo geográfica sino también económica y social.

Viendo su situación y la de varias muchachas de la misma zona que se nos habían acercado, nos animamos a becar a seis mujeres para estudiar enfermería en una institución creada hace más de veinte años para mujeres de zonas rurales. La ventaja de la institución es que, con una gran calidad, brinda a las becadas espacios de estudio, material, alimentación, horarios y un lugar para vivir. Las jóvenes de zonas rurales pueden de esta manera salvar los obstáculos y barreras antes mencionados, completando su formación profesional en un ambiente adecuado.

Hoy Deysi Rosa está ya metida de lleno en sus estudios, y nos cuenta cómo aprovecha al máximo su tiempo porque sabe que esta oportunidad es un regalo. Pero nosotros pensamos que ella misma es un regalo: su fuerza interior ha abierto una puerta cerrada para que otras mujeres de Totora Pampa sigan sus pasos.


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